El pelaje de los lobos está determinado por la genética, pero también se adapta al ambiente en el que viven. Por ejemplo, los lobos blancos son más comunes en áreas nevadas, mientras que los de pelaje más oscuro se camuflan mejor en bosques y praderas.
Aunque existe el concepto del "macho alfa", las lobas también desempeñan un papel crucial en la manada. Son quienes toman decisiones importantes, como cuándo descansar, qué rutas seguir y cuándo cazar. Su influencia es fundamental para el bienestar del grupo.
Los lobos son increíblemente paternales. Defienden ferozmente a su manada y muestran ternura hacia los lobeznos. Algunos incluso se dejan morder y maltratar por los más pequeños, lo que demuestra su fuerte lazo familiar.